En esta pequeña ciudad de los Altos de Jalisco, se encuentra la segunda catedral más importante de México, donde cada año acuden a peregrinar 7 millones de feligreses como ofrenda a la Gran Señora de San Juan de los Lagos, La Virgen Milagrosa.
Fuera de la catedral, San Juan ofrece una variedad de mercados de artesanías, museos y gastronomía digna de ser descubierta por sus visitantes.
El Milagro
En el siglo XVII, cuando San juan de los Lagos era aún conocido como San Juan Bautista, una familia de actores circenses se instaló en la localidad con la intención de montar un espectáculo durante su estadía y proveerse de los recursos para continuar su camino.
El dueño del circo tenía a una pequeña hija, cuyo acto constaba de realizar acrobacias aéreas con un singular toque de peligro que hacía al público enervar: volar sobre una cama de afilados cuchillos. Era un truco que ella practicaba desde sus primeros años y se sentía cómoda al sentir la textura del volantín en sus manos. Su cuerpo se flexionaba de forma natural mientras ella atravesaba volando la diminuta pista cubierta por aquella carpa que estaba acostumbrada a observar mientras giraba sostenida en el ambiente, liviana como las hojas que el viento levantaba de la tierra.
Ese día la vida parecía seguir la conocida rutina, todos en el circo practicaban para la presentación de aquella noche. La niña tomó entre sus manos el mango del trapecio y se impulso en el aire. Sus dedos sabían bien el momento en que debían desprenderse del metal, sus piernas presentían el momento del impulso para girar.
De pronto, los demás actores observaron un pequeño bulto caer en seco sobre la cama de navajas. La hija del cirquero yacía inerte, atravesada por las puntiagudas garras del metal que sostenían su cuerpo. Un silencio sepulcral cubrió enseguida a los espectadores de la escena, como una manta oscura que encerraba el aire en la pista y los hacía a todos moverse en cámara lenta.
En el pueblo había una pequeña capilla. Despintada y desaliñada como estaba, la familia de cirqueros consideró aquel lugar como el refugio en que su hija aguardaría a que las puertas del cielo se abrieran para ella.
La esposa del dueño de la capilla le rogó Cihualpili, la virgen del altar, por un milagro. El dolor de perder a un hijo le parecía inimaginable y la señora sabía bien que nadie como ella podría comprenderlo.
Oró por la niña y, en medio del dolor, lo inexplicable sucedió: la pequeña inhaló y despertó de su abrupta muerte.
Este es el primer milagro que realizó la virgen de San Juan. A partir de ese momento, miles de personas acudían a ella con la esperanza de recibir la misma respuesta a sus plegarías. Con el tiempo, la historia llegó a más y más oídos, al punto de que La Gran señora de San Juan de los Lagos se convirtió en una de las vírgenes más visitadas en México y América Latina.
En la actualidad, cerca de 7 millones de feligreses desfilan por las calles durante la peregrinación a la virgen, que comienza desde el 28 de enero y termina el 2 de febrero. Durante estos días, las personas que acuden caminan por las carreteras y algunas incluso recorren el trayecto de rodillas, como una ofrenda a la virgen para que esta escuche sus oraciones.
A lo largo del recorrido, se hecho costumbre que otras personas que no peregrinan, pidan favores a la virgen obsequiando comida y agua a los caminantes, y brindando espacios de descanso para que estos puedan continuar con su camino. La ruta comienza originalmente en Ixmiquilpan, pasa por Querétaro, León y culmina en San Juan, dentro de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.
Sobre San Juan de los Lagos.
Esta pequeña ciudad fundada en 1864 como San Juan Bautista, se encontraba habitada por indígenas nahuas antes de la conquista. Como resultado de esta, los pocos grupos que sobrevivieron abandonaron la zona y poblaron los alrededores.
Años después, Fray Miguel de Bolonia se dio a la tarea de reconquistar Metzquititlán, evangelizando a los grupos sobrevivientes con la imagen de Cihuapili, La Virgen de San Juan, y cambiando el nombre de la zona por San Juan Bautista Metzquititlán, que tiempo después fue nuevamente nombrado como San Juan de los Lagos, decretada así en 1869.
La Catedral de San Juan es la segunda más importante de México, después de La Basílica de Guadalupe. Fue construida entre 1732 y 1769 con un estilo barroco y materiales como piedra castilla.
¿Qué hacer en San Juan de los Lagos?
Aunque esta ciudad es una de las mayores sedes para el turismo religioso en México, San Juan tiene mucho que ofrecer además de su preciosa catedral.
Algunas de las actividades que recomendamos realizar son visitar el mercado de artesanías, donde encontrarás una gran variedad de cobijas, cobertores, cortinas, juegos de cama, ropa, tejidos de punto, entre muchas otras cosas. Este mercado es visitado por muchos tianguistas que suelen comprar en la zona por la cantidad de opciones y por los precios accesibles que los vendedores ofrecen a los visitantes. En el mercado encontrarás algunos de los elementos de su gastronomía típica como su deliciosa cajeta, alfajores, biznagas, tamales y ponche de frutas.
Recorre el centro de San Juan, puedes visitar los diversos museos de la ciudad, el Palacio Municipal y algunos monumentos importantes como el que se erigió en honor a Rita Perez, una mujer militante durante La Independencia de México que cocinaba, repartía comida y cuidaba a los enfermos junto a su marido. Fue apresada estando embarazada y teniendo un hijo pequeño. Años después fue liberada pero el resto de su familia falleció durante las guerrillas.
Visita la Capilla del Primer Milagro. El lugar donde la virgen realizó el milagro con la pequeña niña circense aún existe y aunque es menos visitado que la Catedral Basílica, sigue siendo un sitio emblemático, pues fue testigo de la emotiva historia que motiva a los feligreses a visitar la ciudad cada año. Muchos de los visitantes suelen aprovechar del día para visitar El Santuario de Santo Toribio y el altar al santo más pequeño de Jalisco, El Niño del Cacahuatito.
Además, algunas de las fechas que debes considerar para tu viaje (obviando el 2 de febrero) son el 15 de agosto, día de la coronación de La Virgen y la temporada del 15 al 31 de mayo, cuando se realiza el enigmático Festival de Primavera, durante estos días podrás presenciar serenatas y peleas de gallos mientras degustas la más deliciosa comida tradicional de la zona.
Como ves, San Juan de los Lagos es una ciudad llena de historia, arte y arquitectura ¿Te animas a visitarla?
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